Muchas veces he contado que el primer contacto que solemos tener en el despacho con futuros clientes suele ser a través de mujeres de su entorno. Hermanas, madres e incluso nuevas parejas suelen ser quienes den el primer paso y nos llamen para pedir ayuda porque su hermano, hijo o pareja están sufriendo una situación de maltrato; porque son hombres maltratados.
Incluso en ocasiones me he aventurado a darle una explicación a que sean mujeres las que llaman. Creo que se entiende si asumimos que la información casi permanente sobre mujeres maltratadas ha debido de provocar el entendimiento general entre hombres y mujeres de que las mujeres son todas posibles víctimas de violencia de género; o dicho de otro modo, que todas las mujeres pueden ser maltratadas.
Del mismo modo y a la inversa, como no hay información sobre hombres maltratados, se asume en consecuencia que los hombres no pueden ser maltratados.
Pero claro, si una mujer ve que un hombre está padeciendo una serie de situaciones en las que si ella fuera la víctima se consideraría una mujer maltratada es ella quien se permite dar el salto y decir que ese es un hombre maltratado.
Pues bien, entiendo que es cada vez más importante que no solo sean los hombres los que peleen por derogar la ley de violencia de género, sino que también salgan y peleen todas esas mujeres que están siendo testigos de injusticias muy duras. No solo harán un favor a sus amigos y familiares, sino que harán un favor a toda la sociedad española. La lucha por la igualdad también les incumbe a las mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario