lunes, 2 de marzo de 2009

Los hombres maltratados ¿sufren violencia de género?

Me preguntan con mucha frecuencia si se puede llamar “violencia de género” a aquella que padecen los hombres a manos de sus mujeres. La última vez la semana pasada, en una entrevista que me hicieron en la radio balear Ona Mallorca.

La pregunta tiene trampa, porque como ocurre con mucha frecuencia, incita a confundir el ser y el deber ser; esto es, se mezcla la realidad con lo que debería ser esta realidad.

Legalmente la violencia de género es solo aquella que ejercen hombres contra mujeres con las que tengan o hayan tenido una relación afectiva, casados o no. La realidad por lo tanto está clara: un hombre no puede ser víctima de violencia de género.

Ahora bien, ¿no deberían ser las cosas de otra manera? ¿Por qué limitamos el término “género” solo al femenino, cuando bien sabemos que también existe el género masculino? O incluso, como dice la RAE, ¿por qué utilizar “género” en vez de “sexo”?

A mí no me gusta ninguna expresión que califique a la violencia en función del sexo del agresor o del agredido. Creo en la ley y en la igualdad de todos ante ella. Y estoy convencida de que vulnerar esta igualdad que tantos siglos nos ha costado conseguir es nocivo para nuestra sociedad.

Por eso a mí me gusta denominar a esta violencia como “doméstica”, porque además de no discriminar a nadie por razón de sexo, explica mucho mejor el tipo de violencia de que se trata: aquella que se ejerce en el ámbito de la familia.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo en esa definición o denominación, pero el problema está en que no hay forma de hacerle ver a este gobierno que esta Ley "per se" es discriminatoria pues viola el Art. 2 de la Declaración de Derechos Humanos. Es más, considero que sería denunciable ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos puesto que ya se ha agotado todas las vias en España con los recusos que mcuhos de los jueces han interpuesto ante el Tribunal Constitucional y que ha resuelto éste en contra y con fundamentos peregrinos para satisfacer tendencias políticas de grupos minoritarios de presión.

    ResponderEliminar