martes, 3 de enero de 2012

El primer asesinato doméstico del PP

El primer asesinato doméstico padecido por una mujer ha provocado un revuelo político por culpa de una nota de prensa del nuevo ministerio dirigido por Mato. Resulta que la nota de repulsa habla de “violencia doméstica” y no “violencia de género”, y las feministas han saltado, exministra Leire incluida.
Y Mato se vio obligada a hablar de algo que claramente no conocía, y dijo una cosa y la contraria pero sin darse cuenta. O eso parecía. Dijo que el nombre es lo de menos y que lo importante es proteger a las mujeres, para luego añadir que también es importante proteger a cualquier persona. Y claro, para el feminismo proteger a todos es independientemente de su sexo es intolerable porque aquí a quien hay que proteger es solo y exclusivamente a las mujeres. Así que vuelta a saltar contra la ministra.
No es una cuestión de nombres, como intentaba decir la ministra para quitarle importancia al asunto. Es una cuestión de conceptos. Y el concepto de “violencia de género” es un invento que debería desaparecer de las normas españolas. Pero no creo que el PP vaya a meterse en este asunto, que exigiría explicarlo mucho y muy bien. Y claro, antes entenderlo. Y si algo quedó claro ayer es que la nueva ministra no sabe de qué va la vaina.
Ojalá que quiera enterarse.

Lo que se puede esperar del gobierno del PP

La esperanza es casi siempre irracional, y en consecuencia del nuevo gobierno del PP podemos esperar grandes cosas: el fin de la crisis económica, el pleno empleo y hasta conquistar Francia e izar la gloriosa bandera española en lo alto de la torre Eiffel. Ahora bien, ¿qué expectativas lógicas cabe tener del nuevo gobierno? En concreto hablamos de la lucha contra la violencia doméstica y la desigualdad de género institucionalizada por el PSOE.
Llevo varios años recordando que si bien la propuesta de la Ley de Violencia de Género fue del PSOE también fue votada por el PP, y que salvo la irracional esperanza, no había ninguna razón para pensar que un hipotético gobierno popular fuera a arreglar el desaguisado jurídico y social de la dichosa ley.
Ahora el gobierno no es hipotético y aunque lleva dos o tres días nada más al mando y no les ha dado tiempo a hacer nada de nada sí que han tenido el suficiente para que la nueva ministra de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad haya dicho que uno de sus objetivos es luchar contra la “violencia sobre las mujeres”. Lo dijo en su intervención tras la entrega de la correspondiente cartera ministerial recogida de la insigne jurista Leire Pajín.
Ya era suficiente para entender que el PP se traga completamente la ideología feminista de género al ver que en el nombre del ministerio está lo de la igualdad, pero de verdad que oír a la nueva ministra resulta al menos tan indignante como oír a su predecesora. La nueva, célebre por no darse cuenta de que tenía un jaguar en su garaje, tiene claro que es necesario atacar a los hombres por el hecho de serlo, y que irá más lejos que sus ínclitas predecesoras, Aído y Pajín. Por cierto, que no deja de resultar curioso que sea una tal Mato la que se dedique a luchar contra la violencia.
Y sobre todo, qué siniestro que el PP vaya a mantenernos por la misma línea anticonstitucional y absolutamente canalla, “profundizando en la defensa de las mujeres”. O dicho de otra forma, que las únicas expectativas que podemos tener en este asunto es precisamente que la ley se endurezca y provoque aún más desigualdad entre hombres y mujeres. Probablemente para tapar con esta demagogia algunos de los “recortes” a los que se disponen Mato (homenaje en el gobierno a Belén Esteban) y sus correligionarios.